En este año se instaló el Corredor de Ofrendas Metropolitano organizado por autoridades estatales, municipales y universitarias, instaladas en 25 sedes.
En la Casa de Cultura, Chignahuapan fue elegido para representar la ofrenda monumental gracias al “Festival de la Luz y la Vida”, por lo que el municipio prestó la balsa que se ha utilizado desde el año 2002 en dicha celebración para las presentaciones dentro de la Laguna de Chignahuapan, así como una Cruz Blanca que también formó parte de la ofrenda.
La importancia de la balsa es que esta es la que acompaña a las almas de los fieles difuntos para su viaje de regreso al Mictlán, después de venir a visitar a sus familiares al mundo de los vivos una vez al año.
En la ofrenda se puede visualizar la Cruz Blanca la cual representa el resultado de la fusión de creencias prehispánicas con creencias cristianas en la época colonial.
La Secretaria de Cultura instaló junto a la ofrenda un perro Xoloitzcuintle disecado, raza conocida como la que guía a las almas a través del mencionado Río Chignahuapan.
Acudieron a este gran evento el Presidente Municipal de Chignahuapan Lorenzo Rivera Nava, el presidente municipal de Puebla Eduardo Rivera Pérez, acompañado de su esposa Liliana Ortiz, el secretario de Cultura Sergio Vergara Berdejo, la Secretaria de Turismo, Martha Ornelas Guerreo, la rectora de la Universidad Autónoma de Puebla, Lilia Cedillo Ramírez, así como las ediles Paola Angón de San Pedro Cholula, Edmundo Tlatehui, Perdono de San Andrés Cholula, Filomeno Sarmiento Torres de Cuautlancingo.